miércoles, 10 de julio de 2013

Venezuela: país megadiverso



 Conéctate con la Tierra


Fotografía proporcionada por Ecoturismo Sol Aire

Se denominan países megadiversos a las naciones que en conjunto albergan el mayor índice de biodiversidad de la Tierra, en ellos destaca la importancia de la administración de las áreas protegidas por ser pieza fundamental para la preservación de los seres vivos y la satisfacción de las necesidades de los seres humanos. Venezuela forma parte de este grupo de países, lo que hace indispensable fomentar el sentimiento de pertenencia con nuestras áreas naturales a través de la promoción de acciones que contribuyan tanto a valorar estos espacios como a fomentar su recuperación y conservación.


Biodiversidad y ecosistemas
En base a lo sostenido por el Convenio sobre Diversidad Biológica, este término también conocido como biodiversidad corresponde a la variabilidad entre los organismos vivos de cualquier fuente, lo que incluye, entre otras cosas, a los diferentes ecosistemas (terrestres, marinos y otros) y los complejos ecológicos de los que forman parte. En otras palabras,  y tal como éste expresa, “comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas”. Así mismo, se entiende por ecosistema “un complejo dinámico de comunidades vegetales, animales y de microorganismos y de su medio no viviente que interactúan como una unidad funcional”


Áreas Protegidas
Las áreas protegidas (AP) son el eje central para la conservación de la biodiversidad ya que nos proveen de bienes y servicios para satisfacer nuestras necesidades fisiológicas, de seguridad y de esparcimiento. La Redparques en su publicación “Sostenibilidad Financiera” expresa que las AP “por un lado contribuyen al bienestar humano y al desarrollo sustentable a través de la provisión de calidad y cantidad de agua, manteniendo los ciclos hidrológicos, también son parte esencial de la mitigación al cambio climático y proveen un reservorio genético para necesidades actuales y futuras en cuanto a medicina y alimentos”, igualmente, “los beneficios culturales y espirituales son muchas veces no tenidos en cuenta porque no representan un bien que se puede medir y cuantificar, pero muchas comunidades e individuos están identificados culturalmente con un ambiente natural determinado” 

Debido a todo lo mencionado, debemos promover la importancia de sensibilizarnos y respetar a la naturaleza junto a todo lo que ella contiene, por ser la proveedora de los recursos que utilizamos para la satisfacción de nuestras necesidades. También es necesario  transformar nuestra visión sobre ella desde un punto de vista fragmentario (como generadora de recursos y contenedora de nuestros desechos) hacia una visión holística donde entendamos que somos parte de ésta y que los daños que le causemos nos afectan directamente a nosotros.